CONSTITUCIÓN
DEL 1931
En
el verano de 1931 las Cortes Constituyentes inauguraron sus sesiones,
y quedó claro desde un primer momento que el texto constitucional a
realizar no tendría un carácter de consenso entre todas las fuerzas
políticas, sino que sería una constitución que apoyaría al
criterio de la mayoría parlamentaria (socialistas y republicanos).
La
Constitución tenía un carácter democrático y progresista: “Una
república de los trabajadores de todas las clases sociales” y
renunciaba a la guerra como instrumento de las relaciones
internacionales.
En
general la constitución presentaba las siguientes características:
soberanía popular (Cortes de carácter unicameral y una división de
poderes muy acentuada) donde el poder legislativo (de gran
importancia) recaía sobre el Parlamento, aparición del Estado
integral que admitía la posibilidad de crear gobiernos autónomos,
establecimiento de un presidente con atribuciones limitadas.
La
constitución presentaba al Estado como Laico (separación
Iglesia-Estado), se expropiaron las tierras de jesuitas, se aceptó
el divorcio y el sufragio universal masculino y femenino.
Esta
última medida junto a la laicidad del Estado produjo grandes
discrepancias tanto a nivel externo (Iglesia y sectores de derechas)
como a nivel interno (sectores más moderados).
No hay comentarios:
Publicar un comentario